La vida en llamas

Los que luchan por detener el avance de la desertización pelean una batalla a vida o muerte contra el fuego. Medio centenar de personas han fallecido luchando contra los incendios en España en los últimos años. En ‘La vida en llamas’, David Beriain y su equipo cuentan la historia de los que lo arriesgan todo por defender el bosque. Una producción documental de 93 Metros, La Claqueta PC y Canal Sur con la participación de VEO para DMAX, en la que se ha tenido que hacer frente a condiciones de rodaje muy complicadas.

Esta serie de tres episodios de una hora de duración sigue a la BRICA, una unidad de élite de lucha contra los incendios forestales en uno de los lugares más peligrosos del mundo para combatirlos: Andalucía. Una especie de comando especial de 12 hombres que se suben a un helicóptero y vuelan a los lugares más difíciles de los incendios, un escenario donde conseguir las imágenes y el sonido necesarios para contar la historia de estos héroes ha sido un desafío técnico de primera magnitud en el que se han empleado tres años de trabajo.

“Queríamos rendir un homenaje a toda esa gente que se deja lo mejor de su vida entre las llamas. Contando su historia, hemos querido mostrar el sacrificio y el precio que pagan los miles de personas que defienden lo que nos queda de naturaleza. Si uno pudiera elegir a sus héroes, estos serían los nuestros. Gente sencilla, gente de campo. Gente que simplemente haciendo su trabajo, ya hace mucho”, dice Beriain sobre este proyecto con el que Discovery MAX vuelve a apostar por la producción local.

Los incendios forestales arrasan cada año en el mundo una superficie equivalente a la India. Y lo que es peor, los expertos anuncian que debido al calentamiento global el número de incendios se multiplicará por tres en los próximos años. El Planeta Tierra se está convirtiendo en un polvorín donde hay una franja en que los incendios son especialmente violentos, una franja donde converge la tormenta perfecta del fuego: altas temperaturas, sequedad y abundante masa forestal como combustible. Es una franja que va desde Australia hasta California y que tiene un punto débil: la Península Ibérica, el lugar de Europa donde más incendios se producen. Una tierra que guarda todavía una delgada línea de bosques que son el único escudo frente a la desertización que avanza desde el sur, desde el Sáhara. Una frontera donde cada árbol cuenta.